domingo, 24 de mayo de 2009


Una cama perdida en el espacio, un cigarro, poca luz,. El dia convertido en noche, por ende la noche convertida en dia. Mejor dicho, no existio el tiempo ni el espacio. El retorno del alma en paz, sin preocupacion por el que vendra. Las cenizas se esparcieron ante el primer llanto. Me pediste que no soltara la soga, todo se echo a perder cuando el dia se hizo realmente de dia. Lo anterior fue confundido con un sueño perfecto. Fue un sueño perfecto. Y de golpe abri los ojos. Que brillantes los primeros rayos del sol que rozaron mi piel aquella mañana. Hacia calor, todo brillaba, no quise dormir, me subi al primer tren que paso y viaje sin parar.

Tu contradiccion, mi adiccion. 

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